domingo, 13 de mayo de 2012

“a Ella”


Tener un hijo no es cosa fácil, el descuido y la planificación lo saben a la perfección. La pareja está distraida por su naturaleza, recorre el sendero del amor sin pensarlo o enfrentando valientemente las consecuencias que están por venir en el futuro.
Cada segunda semana de Mayo, se celebra en Perú el “Día de la Madre”, los comerciantes no pueden desaprovechar esta oportunidad para vender diversos accesorios que reflejan parte de la consideración de un hijo hacia su progenitora.


¿Un regalo compra la felicidad de tu madre?, del momento es probable. Pero tus acciones, la pureza de tu alma, tienen más valor para Ella.
Si eres artista te gustaría obsequiarle tu mejor obra de arte, si eres profesional dedicarle tus títulos académicos, si tienes otro oficio le regalarás cada día una sonrisa y el aliento para  sanar las cicatrices que atravesaron durante el combate de una vida no tan premiada pero que al final es vida.

Si Eva en el paraíso se hubiera proyectado un futuro con Adán, siguiendo el buen camino pactado por Dios, las mujeres se evitaban el parto con dolor. Históricamente esta experiencia ha servido para que el varón guarde respeto y admiración por las agallas de una dama al concebir su primogénito.
Incoscientemente, apenas salimos de su vientre que durante nueve meses nos enseñó a luchar y sobrevivir dentro de su ser, lloramos desesperadamente porque estamos asustados. Para el recién nacido es el malestar de los reflectores al sentir la potente energía de aquellas luces que brotan y enfocan su delicado rostro, sumándole el miedo de estar por fin afuera.

Ella en cambio llora por ser primeriza, está incrédula y observa este ser indefenso. Paulatinamente, la madre tiene el protagonismo en su hogar, a base de esfuerzos, entrega ha conseguido este rol. Una mujer hogareña conservadora o moderna decora de la mejor manera su casa, se convierte en la primera maestra de sus hijos cuando les inculca valores, les enseña lo hermoso y lo feo de la vida. Maquilla las discusiones obtenidas con el esposo y muestra su mejor semblante.

¿Cómo no amarla? Si es quién te enseña a combatir ante las adversidades de la vida.
¿Cómo no quererla? Si comparte tus ideales con la misma ilusión y perseverancia que tienes.
¿Cómo no adorarla? Si está ahí contigo a pesar de tus errores y la terquedad que no te deja ver más allá de cómo son las cosas, pero es tu amiga. Te aconseja, te escucha, te hace salir victorioso de ese laberinto de enredos existentes en tus pensamientos, está ahí porque eres su gran amor.
¿Cómo no apreciarla? Si vigila tus sueños, soporta tus debilidades, tus vicios. Tiene presente que el amor no basta por eso decide optar muchas veces por la razón y te hace mantener los pies bien puestos en la tierra.

Pensar que hace veintitrés años yo no pedí venir al mundo y ella tampoco se imaginó crearme, soy su última hija. A Ella que me ha dado tanto sin esperar algo a cambio, a Ella que estuvo en países lejanos y no le importó conocer las maravillas de otras ciudades, porque su principal maravilla estaba en Perú, su familia.

A Ella que podrá enojarse conmigo las veces que quiera pero por dentro sufre más que Yo, a Ella que me enseñó a competir en la vida porque no hacerlo significa fracasar, a Ella que su inocencia me hace querer protegerla, cuidarla de por vida. A Ella que es mi MAMÁ, quiero decirle FELIZ DÍA MÁ!.